¿Sabías que el cáncer oral es uno de los 10 cánceres más frecuentes? Las autoexploraciones y las visitas periódicas al dentista pueden detectar de forma precoz esta enfermedad. De ahí la importancia de prestar atención a cambios en el estado de tu boca.
Compartimos aquí una serie de factores que afectan a este tipo de cáncer, así como los síntomas a los que debes prestar atención para ponerte en alerta. Toma nota de los aspectos que destaca el Consejo General de Dentistas.
Factores que afectan al cáncer oral
La exposición al sol. La exposición excesiva y sin protección al sol está vinculada con el cáncer de labios.
- Virus del papiloma humano (VPH). En los últimos años, ha habido un aumento de los casos de cáncer orofaríngeo relacionados con el VPH en las amígdalas y la base de la lengua.
- Mala higiene. La higiene bucal deficiente, una mala salud dental o la irritación provocada por las prótesis dentales mal adaptadas, pueden aumentar el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.
- Dieta y nutrición. Una alimentación con bajo contenido en frutas y verduras puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer oral.
Presta atención a estos síntomas
El Consejo General de Dentistas recomienda llevar un estilo de vida saludable y visitar al dentista, al menos, una vez al año y, cada seis meses, a partir de los 40 años, para detectar posibles lesiones que puedan derivar en esta grave patología.
Igualmente, es importante realizar autoexploraciones, examinando los labios, el paladar, el interior de las mejillas, la lengua y las encías. También se debe prestar atención a síntomas como:
- Llagas en la boca o el labio que no cicatrizan.
- Manchas rojas o blancas en las encías, la lengua, las amígdalas o el revestimiento de la boca.
- Nódulos en el labio, la boca, el cuello o la garganta.
- Dolor de garganta persistente, ronquera o cambio en la voz.
- Adormecimiento, dolor o sangrado de la boca o la lengua.
- Dificultad para masticar, tragar, o mover la mandíbula o la lengua.
- Dolor de oído y/o mandíbula.
- Mal aliento crónico.
- Pérdida de piezas dentales o dolor de dientes.
- Dentaduras postizas que ya no encajan bien.