Cepillarse con demasiada brusquedad, morderse las uñas, masticar hielo… son muchas las acciones cotidianas que pueden provocar daños en tus piezas dentales. Aunque no solemos ser conscientes de estos hábitos, hay prácticas que es mejor evitar para ahorrarse problemas con la dentadura.
Toma nota de algunos de los hábitos más comunes que afectan negativamente a los dientes y procura evitarlos a partir de ahora.
Cepillado excesivamente enérgico
No es suficiente con cepillarse los dientes: es necesario hacerlo bien. Un procedimiento de higiene inadecuado podría afectar negativamente a las distintas piezas dentales. Es importante tener cuidado con cada una de las maniobras: al cepillarse los dientes conviene evitar movimientos horizontales que únicamente sirven para desgastar el esmalte dental. ¿Nuestro consejo? Limpiarlos con movimientos circulares suaves.
Morderse las uñas
Se trata de uno de los hábitos más frecuentes entre la población… ¡y también más desaconsejados! Esta manía, además de ser de lo más antihigiénica, puede provocar daños en las piezas dentales. A ello hay que sumarle la posibilidad de contraer alguna infección bucal debido a esta terrible práctica.
Masticar hielo
Otro gesto muy frecuente es el de morder los bloques de hielo de los refrescos. Si se tiene en cuenta que tanto el esmalte de los dientes como el hielo son cristales… el choque de ambos puede resultar fatal para el primero. Por lo general, es el cubito el que acaba rompiéndose, pero con esta desaconsejada práctica se corre el riesgo de que también sean los dientes los que acaben dañados, así que cuidado con lo que masticas.
Los dientes: la herramienta multiusos
Hay quienes emplean sus propios dientes para realizar acciones tan cotidianas como desenroscar tapones, abrir paquetes, desgarrar envoltorios, quitar etiquetas en las prendas de ropa… Un gesto tan habitual puede provocar graves problemas en los dientes. Al fin y al cabo, las piezas dentales no están pensadas para esas tareas. Al hacerlas, se corre el riesgo de lastimar la dentadura o provocar lesiones en la mandíbula.
Como ves, se trata de gestos tan cotidianos que muchas veces se realizan de forma mecánica. Ahora que ya eres consciente de los riesgos, procura no volver a caer en estas prácticas. ¡Y no olvides visitar periódicamente la consulta del dentista! Recuerda que puedes pedir cita en Atauri Cano.